lunes, 23 de junio de 2014

Cumulus Musicus (cuento/propio)

Leu-Jenz es un talentoso compositor e intérprete de música, entre los instrumentos que sabe tocar está el violín, clarinete, oboe, la lira y el acordeón, solo por nombrar algunos, su talento era nato, hay quienes dicen que compuso su primera sinfonía a los 5 años de edad, otros mas dicen que su don fue entregado por el mismo dios de los sonidos al momento de nacer, lo que es una realidad son sus numerosas composiciones que anteceden su camino en el ámbito musical, ha tenido muchos logros y éxitos alrededor del mundo siempre superándose a si mismo, y aun cuando goza de ese reconocimiento es una persona muy sencilla, viaja como un trotamundos visitando asentamientos para llevar alegría con su música a todas las personas.

Al concluir su mas reciente presentación partió del lugar como siempre, esperando que el camino terregoso lo guiara a otro lugar para seguir con su rutina, en medio de su viaje se detuvo un momento para descansar, mientras comía un pedazo de pan se puso a pensar “Me encanta lo que hago y al parecer a toda la gente también, eso me alegra, pero me alegraría mas que toda la gente de este mundo pudiera apreciar mi obra ¿Cómo podría lograr eso con la corta vida que poseemos los humanos?” así que con esa pregunta en la mente se quedó en ese lugar a meditar, utilizó toda su capacidad cognitiva para tratar de resolver su dilema, pero después de dos días de tratarlo no lo logro y sintiendo hambre por primera vez en esos 2 días tomó otro pedazo de pan de su vieja bolsa y lo comió, mientras daba pequeñas mordidas a su trozo de pan miro un árbol cercano, en él habitaban hermosas aves con plumas de muchos colores brillantes, las cuales hacían música en su propio idioma y ritmo, Jenz las miro con atención y notó que las aves gritaban en varias ramas horizontales, casi como si de un pentagrama se tratara, dejó que la composición de esos pájaros y sus lugares en esas ramas se fundieran con la imagen mental de un papel pautado, entonces vio un patrón y sintió que encontró parte de su respuesta, se alegró moderadamente pues tenia muy en claro que le hacia falta superar el obstáculo mas grande, aunque tenia el “como”, le hacia falta el alcance que deseaba, así, su mirada se perdió en el horizonte esperando encontrar la respuesta… Y después de unos minutos, la encontró.

La respuesta que encontró fue meramente casual y sobretodo inaudita, pero después de repetir la misma acción varias veces obtuvo el mismo resultado dejándose en claro a si mismo que “eso” era posible.

Con su más reciente habilidad adquirida y quizás la máxima habilidad musical jamás imaginada pasó algunos días perfeccionándola y cuando estuvo lo suficientemente seguro de su resultado se dispuso a descansar un día entero. A la siguiente alba de su descanso se levantó y tomó un ligero almuerzo, mirando el azul horizonte calmó su espíritu, enfocó su energía vital, exhaló y dejó que su instinto musical guiara su cuerpo, como un director de orquesta levantó sus brazos al aire y las movió en un suave vaivén: arriba, izquierda, abajo, izquierda, derecha, movía sus manos con ritmo y sentimiento.

En el pueblo más cercano un viejo granjero terminó de acercarle comida a sus caballos, agotado por el trabajo limpió su frente, dejando escapar el aliento en señal de descanso levantó su vista al cielo y fue entonces cuando notó algo inusual; las nubes se movían aun cuando no había señales de viento, este mismo evento pudo ser notado en todo el mundo por aquellos que prestaron un poco de atención al cielo, en los cuatro puntos de la tierra las nubes parecían moverse solas, siendo de día o de noche era igual, incluso en los lugares donde llovía el agua dejó de caer para unirse a este suceso.

Para muy pocos era desconocido lo que se percibía en el cielo, pues era evidente que las nubes habían tomado forma de notas musicales. Leu-Jenz continuó moviendo sus manos logrando que las nubes formaran una larga fila de notas, hizo una, dos, cinco y mas de estas filas, era comparable a ver una partitura solo que hecha de nubes. Después de un largo rato Leu-Jenz se detuvo cuando había terminado, ligeramente cansado bajó sus brazos y con un ligero soplo al viento hizo que la primera nube vibrara y emitiera el sonido de la nota que había formado, consecutivamente respetando el ritmo y el tiempo las demás nubes hacían lo mismo permitiendo que su sonido se extendiera hasta el horizonte, si uno se ponía a observarlas detenidamente podría decirse que esperaban su turno ansiosas para continuar con la bella canción de la que formaban parte, una tras otra parecían gustosas de poder llevar a todo el mundo la espléndida calidez de la música tal y como su creador había querido.

De nube tras nube emanó un magnífico canto, alrededor de todo el mundo se podía escuchar la hermosa melodía que Leu-Jenz había compuesto, llenando de alegría y paz todo corazón que se dejara tocar por sus sonidos. Cuando terminó, se sintió una breve calma en todos lados como si el mundo se hubiera detenido para deleitarse con la sinfonia de las nubes, algunos inmediatamente supieron que un hecho de tal magnitud solo le era posible a él, otros mas solo pudieron preguntarse que sucedió, por su parte, al terminar, Leu-Jenz se sintió satisfecho de poder llevar a todos su talento, y complacido por su trabajo continúo viajando en ese camino terregoso esperando llegar al siguiente asentamiento para poder presentar sus destrezas con la música a todas las personas.




cumulus nimbus:
Son nubes de gran desarrollo vertical, internamente formadas por una columna de aire cálido y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatorio, con un sentido antihorario en el hemisferio norte y horario en el hemisferio sur. Su base suele encontrarse a menos de 2 km de altura mientras que la cima puede alcanzar unos 15 a 20 km de altitud.

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